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La bisutería de esta zona atávica se basa en la naturaleza, pero revestida de lo mágico. Entre las semillas que son recurrentes en estas muestras de creación popular están las del café, el frijol pinto y la jojoba. Adicionalmente, la forma y el estilo temático de collares y prendas se basan esencialmente en la representación de animales.

La cerámica, un arte propio de esta región, no solo tiene importancia decorativa en la actualidad, sino también arqueológica. El sitio arqueológico de La Playa, ubicado en el municipio de la Yesca, da cuenta de ello. El tipo de representaciones presentes en estas manifestaciones culturales son de carácter antropomórfico. Se cree que el objetivo de estas piezas de arte era establecer un puente entre lo humano y lo divino. La alfarería de Ixtlán, así como la denominada “cerámica azul”, son también de gran importancia.

La ropa de Nayarit está llena de simbolismo y tiene profusos detalles, tanto para hombres como mujeres. En el caso de los hombres son característicos el cuarri o camisa, un pantalón de manta blanca, también conocido como turra y una capa. El bordado de los mimos se da sobre la tela blanca de toda la indumentaria. En el caso de las mujeres, la vestimenta está basada en una camisa y una falda también de tela blanca y con finos bordados. En los hombres es distintivo el sombrero de ala ancha del que cuelgan pequeñas bolsitas. Además en las mujeres se complementa con una túnica o quechquemitl, también de manta. En ambos casos la decoración simbólica del ropaje es exuberante.